¿Cuáles serán las tendencias vinícolas en 2022?
El Covid-19 ha provocado un impacto global negativo en las ventas de vino del 2020, con una caída en las ventas del 14.2%, siendo los vinos espumosos (asociados a celebraciones) los más afectados.
El 2022 se ve con optimismo y nuevas oportunidades como señala el informe sobre el consumo del vino en 2020 de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y el informe del Strategic Research Center del sector vitivinícola 2021 de EAE Business School.
2020: Un año de gran incertidumbre, marcado por el Covid-19 y la venta online.
Las restricciones en el canal HORECA, debido a la crisis sanitaria del coronavirus, han incrementado el stock de vinos en las bodegas.
Solo las bodegas que estaban muy bien posicionadas y tenían una buena forma de llegar al cliente de a través de internet se han logrado “salvar”.
El sector vinícola suele ser bastante reacio al cambio, y el Covid-19 le ha obligado a reaccionar.
Por si fuera poco, el 2020 no solo ha estado marcado por el covid-19, también se le sumaron las complicadas vendimias de algunas regiones de España por las fuertes lluvias, granizo y mildiu. Por lo que la producción de vino, también ha sido más baja que en años anteriores.
La digitalización se ha vuelto esencial
Las ventas durante el 2020 han sido, en su mayoría online, lo que ha obligado al sector vinícola ha implementar estrategias de marketing y ventas. En las redes sociales, cuando el país estaba confinado se empezaron a realizar numerosas catas online, con vinos que comprabamos a través de internet y que nos llegaban a casa. Pero esto, como he dicho antes, solo sucedía con las bodegas que estaban bien posicionadas en el mundo online.
Este 2021 y 2022, se centra en recuperar la normalidad del consumo del vino, adaptando los hábitos de consumo e implementando estrategias de marketing y mejorando la comunicación para llegar a los Millenials.
Comencemos viendo algunos datos importantes:
- La producción de vino en la UE se ha visto disminuida en los últimos años, principalmente debido al clima ( heladas, granizo, sequía, etc). Lo que supone un gran reto de los próximos años para la viticultura.
En 2020, Italia (47.5 mhl), Francia (42.1 mhl), y España (33.5 mhl) sufrieron una disminución en la producción de vino, siendo España el más afectado ( produciendo un 25% menos). Esta disminución en la producción del vino español también va ligada a la disminución de la superficie de viñedo para uva de vinificación 949.565 ha, 3.263 ha menos que en 2019. De esas 945.565 hectáreas, el 59% o 564.193 ha (-0,4%) corresponden a secano y el 41% restante o 385.372 ha (-0,3%), a regadío. Solamente La Rioja y el País Vasco han aumentado su superficie desde 1980.
- Debido al COVID la caída del consumo de vino a nivel mundial ha sido del 3% (el nivel más bajo desde 2002).
- El 2020 ha sido un año en el que la digitalización se ha vuelto la forma de “sobrevivir” a la crisis sanitaria, y las ventas de vino también se han centrado en la venta online. En EEUU el 26% de los encuestados por Statista ha cambiado su forma de comprar comida y bebida, del offline al online. En UK el 25%, y en China casi el 50%.
- El vermut y los vinos fortificados crecen en un 4%, tanto en ventas nacionales como internacionales. Crece la exportación de vinos de Jerez en Gran Bretaña. En marzo del 2020, en plena pandemia, se registró un aumento del 20% en las ventas de los vinos de jerez en Gran Bretaña. Aumentando las búsquedas, según “The Guardian” en un 850% de “cream sherry” y un 512% de “amontillado”.
- El segundo país exportador de vino del mundo es España con un volumen de (21,3 mhl) precedido por Italia (21,6) y seguido de Francia (14,2 mhl), pero el tercero en valor (2,7 miles de millones de euros) después también de Francia (9,8) e Italia (6,4).
- En 2020 las exportaciones de vino se cerraron con caídas del -3,6% en valor y del -6% en volumen respecto a 2019 según OeMV. Las ventas se situaron en los 2.012 millones de litros, por valor de 2.616,1 millones de euros. En términos absolutos, se dejaron de exportar 126,8 millones de litros y de facturar, 96,7 millones de euros, de los cuales 53,6 millones de euros.
2021 y 2022: Optimismo en el sector
El 2020 ha provocado la tormenta perfecta para que el sector vinícola cambie completamente su estrategia de venta. Ahora más que nunca hay que centrarse en la digitalización, las nuevas tendencias y en la manera de llegar al cliente “millenial” ( por ejemplo a través de redes sociales, sobre todo en Instagram).
¿Cuáles son las nuevas tendencias?
- Vinos más sostenibles
Los vinos orgánicos están pisando fuerte, y cada vez más bodegas optan por una producción más sostenible, con menos químicos añadidos.
- Vinos blancos y vermut para el aperitivo
Cada vez está más de moda disfrutar de una copa de vino para el aperitivo, que poco a poco va ganando terreno a la cerveza. Para esta ocasión se buscan vinos blancos refrescantes, con bajo contenido alcohólico, espumosos y vermut.
Las bebidas con vino como el vermut o la sangría están incrementando sus ventas en un 16,7%, esto es debido a que son percibidas como más saludables y además “están de moda”.
- Vinos espumosos orgánicos, naturales y biodinámicos
Las ventas de los vinos espumosos han caído, sin embargo en el caso de espumosos orgánicos o biodinámicos esto no ha sido así. Esto vuelve a reflejar la tendencia de optar por vinos elaborados con menos químicos añadidos.
El Covid-19 ha desencadenado un panorama muy cambiante para los próximos años, en el que las bodegas deben adaptarse lo mejor y más rápidamente posible a los nuevos retos para no perder su volumen de negocio.
