Los enólogos valoran especialmente la elección del modelo de tonel adecuado para las características de cada uva y los matices que se quieren dar al vino en crianza. La bordelesa de 225 litros es una de las más tradicionales, pero la verdad es que existen otros envases y barricas de roble que pueden convertirse en el almacenamiento perfecto para cada variedad.
¿Para qué sirven las barricas de roble?
Aunque se puede buscar un envase alternativo, las barricas hechas con madera de roble son las más usadas para envejecer los vinos. Además de favorecer el proceso de microoxigenación del vino, una de sus virtudes más destacadas es que son capaces de aportar matices propios al vino que contienen, respetando en todo momento los de cada variedad de uva.
De todos modos, debemos tener en cuenta que existen barricas de roble de variada procedencia y con características muy concretas. El enólogo es el profesional capacitado para su elección, teniendo presente siempre el tipo de vino que quiere elaborar.
Asimismo, además de la madera, es necesario valorar otros elementos en cada tonel para poder hacer una elección adecuada. El tamaño (un fudre, una bota y una barrica tienen capacidades muy diferentes) y, sobre todo, el tostado de la duela son elementos que influyen en el vino que albergan, tanto o más que el terroir y la variedad de la uva predominante.
En lo referente al tostado de la barrica, merece la pena señalar que aporta aromas y sabores distintos dependiendo de su intensidad:
- El tostado ligero afecta los primeros 3-5 milímetros y aporta aromas sutiles de madera nueva, recuerdos frutales y notas avainilladas
- El medio llega hasta los 5 mm de grosor del roble y aumenta la potencia y complejidad de los vinos, haciéndolos más redondos y con más taninos. En ellos, se perciben ahumados, toques de cacao y una presencia marcada de la vainilla
- El medio plus tuesta entre los 5 y 7 primeros milímetros de la madera del tonel y aporta muchos aromas. Es el más usado en la actualidad, sobre todo para los tintos con cuerpo. Da fuerza a notas de café, ahumados, frutos secos y miel
- El fuerte tuesta a partir de los 7 mm de las barricas de roble y ofrece notas ahumadas muy intensas, con recuerdos a caramelo tostado, tabaco y carbón, entre otros
Pese a estas características tan definidas, hay que señalar que cada tipo de madera de roble responde de manera diferente a cada grado de tostado. Por lo tanto, no se pueden generalizar en exceso las propiedades de cada barrica
¿Cuántas barricas de roble existen en el mercado?
Aunque existen más de 600 variedades de robles en todo el mundo, solo una quincena de sus variedades es apta para la elaboración de un frude, barrica o cualquier otro tipo de tonel. Entre ellas, destacan especialmente el roble americano, el francés o el español.
Roble Francés
Aunque se generaliza hablando de roble francés, hay que decir que este tipo de madera presenta diferencias importantes dependiendo del bosque del que provenga el árbol. Si hablamos de uno más grueso y de menor altura, transmitirá más taninos y aromas más delicados. Por lo tanto, se usará para los vinos de mayor calidad.
Roble Americano
Las barricas de roble elaboradas con este tipo de madera tienen una suela más gruesa. Además, hay que tener en cuenta que contiene una sustancia cuyo olor recuerda al coco y a la piel seca de naranja. El vino criado en un tonel de roble americano cuenta con menos taninos y es más suave, con una menor astringencia.
El roble americano tiene diferencias importantes con el francés. Una de las más destacables es su precio, ya que las características del segundo hacen que se puedan sacar menos barricas de un árbol, lo que aumenta su coste. Tampoco hay que olvidar que el americano tiene muy presente el aroma a coco, mientras que el francés aporta matices más sutiles y complejos a los vinos.
Roble Español
Las barricas de roble español son más parecidas a las hechas con madera francesa, esencialmente por la cercanía geográfica de ambas. En este caso, son especialmente valoradas por los enólogos por los matices ahumados y de vainilla que aportan a los vinos. Se recomiendan, sobre todo, para los tintos.
Roble del Cáucaso
El roble del Cáucaso tiene características muy parecidas al de origen francés. Destaca por aportar taninos suaves, untuosidad y notas frescas, respetando siempre los aromas propios de cada vino. Por lo tanto, se recomiendan para aquellos en los que merece la pena destacar su terroir.
Además, merece la pena destacar que este tipo de madera tiene un precio medio, entre la de origen francés y la americana. Esto hace que sea una buena opción para determinados vinos.
Las barricas de roble son un elemento esencial para que podamos disfrutar de un vino de gran calidad, en cuya crianza se han respetado sus características más importantes. Conocer todos los elementos de estos toneles que influyen en el vino resultante es esencial para elegir el modelo más adecuado para cada tipo de vino.
Una vez terminado el tratamiento con madera se puede ajustar el perfil aromático del vino utilizando taninos extraídos del roble. Si quieres saber cómo se puede ajustar el perfil aromático de los vinos con madera, ponte en contacto con el grupo de Agrovin y te ayudaremos.